Presentamos a Federico Teguerez, el hijo de Juan Rogelio Teguerez: una planta de caramelo que tuvo el cítrico de hielo producto de su amor con Ana Ganmedias.
Federico, nacido el 18 de julio de 2007, la fecha que marcó la felicidad permanente en la vida de Juan Rogelio Teguerez. Nos ponemos un poquito retro para escuchar esta historia, que es re tierna: "Cuando conocí a Ana en noviembre de 2005, me gustó su alma fiestera y lo que me llamó la atención de Ana fue su alegría y su aspecto a caramelo dulzón. Ana me atrapó y nos enamoramos. Ya casi terminando el 2006, nos unimos como nunca y buscamos a nuestro hijito. Ya para inicios del 2007 compramos varias cosas para el bebé que esperamos y nos confirmaron la fecha en que iba a nacer. Ana y yo nos emocionamos al oir que estábamos por tener un hijo y festejamos con nuestras familias la alegría", expresa recordando el pre nacimiento de su hijo el papá de Federico Teguerez. Ya para julio del 2k7, el cítrico de hielo festejó el nacimiento de su primogénito y ambos padres del bebé decidieron llamarlo Federico: "Es un nombre re caramelero para nuestro hijo, por que nos salió caramelo", dice entre risas Rogelio. Ahora nos toca escuchar el sobre los primeros meses de Fede: "Mi hijo a sus primeros 100 días fue muy llorón, pero se fue tranquilizando apenas crecía. Lloraba por todo, aunque habían días en que se reía. A los dos meses se hizo adicto a la tele, me quería agarrar la consola de la play 2 que teníamos tanto Ana y yo, y me lanzaba con las tapitas de las gaseosas que se iban acabando. Fede fue muy picarón de muy pequeño. A los tres meses, me desapareció una remera y a Ana le perdió una zapatilla. Decí que Ana es sencilla y no es de producirse tanto, porque mi hijo se hubiera hecho el festín en caso de haber maquillaje, implantes, tangas, etc. A los cuatro meses empezó a conocer el patio, que siempre fue un desastre, pero empezó a jugar con cada cosa, incluso con las alimañas que se escondían entre los yuyos", dijo Rogelio sobre el primer crecimiento de su hijito. "Ya desde los 6 meses para el año se nos hizo un caos, teníamos que comprarle ropa a menudo porque crecía de tal forma que al mes siguiente la ropa le quedaba chica. Federico crecía 100 centímetros por cada mes que cumplía, y al entrar al 2008, tuvimos que vender toda la ropita que usó en 2007 porque le quedaba chica y compramos ropa nueva para el bebé", Rogelio y su esposa tuvieron varios idas y vueltas con la ropa de su hijo, quien crecía y crecía de tal modo que la ropa convencional le quedara chica... "Ya cuando cumplió un año mi hijo, le regalamos un tractorcito para que ande por toda la casa en él y quedó chocho que al tractorcito lo usó hasta los seis años. Federico a cada juguete le pegaba una figurita de algo que yo compraba y venía con figus. Yo también fui figuretero cuando era chico, y mi hijo también. Mi esposa también fue figuretera, porque de cada flancito, chicle o chocolate siempre sacábamos una figu para pegarla a algo nuestro", Rogelio detallando sobre su pasado de rejuntador de figuritas. A medida que Federico iba creciendo, Juan Rogelio mantenía el orden de su casa y llevaba a su pequeño y curioso hijo a pasear en el auto: "A los dos años lo subí a mi auto, ya que cuando nació yo no tenía auto desde hace 10 años en ese entones y ya para 2010 tuve otro auto. Es ese el auto que a los dos años lo llevé a Fede para que recorriera la ciudad y realizáramos los viajes imposibles de nuestras vidas", Rogelio vivió momentos muy lindos de la mano de Fede mientras viajaban en el auto recorriendo la ciudad, lo que les apasionaba a ellos siempre. "Mi hijo siempre festejó sus cumpleaños en algún pelotero", dice con felicidad el cítrico de hielo. "En su primer día de clases lo apoyé como nunca y sólo en el primer día de escuela experimentó nervios, como muchos chicos, pero le gustó el cole por sus compañeros, hoy siempre lo ayudo con sus tareas del cole y de vez en cuando su mami también. Federico cuando me vio en el juego, nunca lo pudo creer en ver a su papi metido en un personaje y estar ausente durante varios días. Me dolía en los primeros días de ensayos a lo de PopCap dejar a mi hijo varios días, hasta que lo llevé a ensayos cuando cumplió 10", explica Juan Rogelio sobre la escolaridad de su hijo.
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