ROSA DE FIESTA: "Tuve que superar una infancia muy complicada"

Hoy por hoy... Rosa de Fiesta ha ido
renovando su vida de a poco.
Gracias Plantas vs Zombies Garden
Warfare 2!!!!!!!!!

Hoy Rosa de Fiesta (32) nos muestra una cruel parte de su vida, donde todo surge desde su convivencia con sus padres, y su vida entre sus cuatro hermanos. Ella aparte en esta nota cuenta cómo empezó a adaptarse a la cruel esquizofrenia de su mamá desde 2010 y sobre cómo la señora Velázquez pudo salir de esta tecnológicamente incurable enfermedad. Superó etapas difíciles de cuando era pequeña, sus maltratos domésticos y hasta la misma rosa se quebró y dijo haber convivido dos años muy crueles y fatales junto a un arbusto.

-¿Cómo supiste de las locuras y las peleas de tus padres desde chica?
-Empecé a ver la realidad a los 7 años, cuando mis cuatro hermanos se habían ido al colegio y me quedé sola en casa con mi mamá y mi papá, quienes los vi peleando y pegándose. En ese momento de violencia doméstica no sabía que hacer ya que era pequeña y no llegaba al significado de lo que peleaban. Me hice a un lado y lloré mucho porque nunca vi a mis padres peleando. Hasta que sola me di cuenta con el tiempo y la edad de que mi mamá era la que generaba las confrontaciones.

-¿Qué estructura tiene tu familia desde que eras chica?
-Una casa humilde de Nezahualcóyotl de cuatro ambientes: porque eramos mamá, papá, mi hermano mayor, mis tres hermanas y yo. Los hermanos nos peleábamos por todo, pero siempre fuimos unidos para todo. Yo nací en Soyaniquilpan, bajo morada de una vecindad de emergencia y debido a fuertes lluvias y mucho frío, nos mudamos a Nezahualcóyotl. Fuimos una familia de clase baja, hasta amoldarnos en nuestra nueva ciudad y mi nueva kinder, los demás chicos se amoldaron como pudieron, pero mi hermano vivió más la emergencia social que cualquiera de nosotras las menores.

-¿Tu mamá tuvo fuertes arranques cuando vos o alguno de tus hermanos hacían algo indebido?
-Siempre fue malvada y dura. Una vez entre los cinco hermanos que nos teníamos que ir a la prepa, nos apuraba, nos golpeaba si estábamos haciendo algo detenidamente y nos sacaba de los pétalos a que no perdiéramos el autobús, al desayuno lo teníamos que comer apurados porque no nos daba tiempo ni de tragar.

-¿Te ha hecho sufrir personalmente dentro del colegio?
-Sí. Cuando iba a segundo grado de la prepa, mi mamá me revisaba como siempre el anotador y cuando vio que mis tareas escolares estaban incompletas, desde ese momento me agarró de los pétalos y al día de irme a la escuela mi mamá entró conmigo para hablar con el profesor de esa asignatura (creo que era Ciencias), me acusó delante de él y dijo que no servía para nada y lo obligó a hacerme estudiar todo el mes para completar esa asignatura y sacarla de encima. Encima el show comenzó ahí: mi mamá me azotó y me tiró contra el suelo del salón de clases y delante de mis compañeros. Lo que alcancé a escuchar por parte del profesor es: "Señora, usted está loca y merece ir a un manicomio, no le pegue más a la chica. Pues total todos acá son así". Al parecer, mi profesor de Ciencias era tolerable.

-¿Te ha insultado varias veces?
-Desde que iba a la secundaria y me saqué una buena nota en Geografía II, mi mamá me dijo delante de todo el colegio "no seas hija de puta y estudia más". Así hacía con todos mis hermanos hasta que todos llegaron a la facultad.

-Contanos el origen de la locura abrasadora de tu mamá y desde dónde se originó toda esa secuela?
-Mi mamá como dice con el barrio, tuvo una infancia y una juventud muy difícil, ella tiene 4 hermanos y pasaron por la pérdida de su madre desde niños. Cuando se murió la Nona Rodolfa (quien sería mi abuela materna), mi mamá en ese entonces tenía 15 años y fue muy desgarrador. Y 11 años después falleció su papá. Una de mis tías sufrió un abuso desde muy chica y mi propia mamá creo que mató a un panadero cuando tenía 11 años. Vengo de una asesina.

-¿Sentías ganas de acabar con tu vida o de querer salir de esta represa familiar?
-Sentía ganas de irme lejos de mi mamá. Y lo bueno de la historia es que el único héroe de la batalla siempre fue papá, mi viejo desde siempre hasta ahora fue lo contrario a mi mamá: bueno, asistente, comprensible y mimoso. Papá fue, es y será siempre amoroso con sus Carboncitos.

-¿Queremos saber más sobre tu papá?
-Papá es el héroe de la vida. Una vez que mi mamá se fue a Guadalajara por una semana en invierno para ver a su tío, nosotros los hijos nos quedamos en casa y fuimos los cinco bien atendidos, confortados y sobre todo llenos de amor por nuestro papá. El sí que nos ama con el alma y nos consuela cuando nuestra mamá loca nos mete en ridículo.
Una vez fuimos a la escuela y papá nos llevó en su auto. Nos levantó y nosotros los hijos reaccionamos al unísono: no estamos en casa!! Digo, porque habitualmente mamá siempre se levantaba en eso de las 5,30 AM mientras que papá dormía una hora más o veía la tele desde temprano muy cansado.
Pero cuando nuestro viejo nos ayudaba con las tareas escolares, lo hacía con toda la experiencia y con el amor de un padre. Y yo opino como mamá de dos hijos y como una hija: a la mujer que me trajo al mundo le queda grande la palabra "mamá", perra tampoco es porque por lo menos una perra cuida de sus crías, mi mamá siempre fue un mostruo.

-¿Desde cuándo te enteraste que se enfermó tu mamá y cómo reaccionaste vos y tu familia sobre este tema?
-Yo empecé a titubear cosas feas sobre mi mamá en el 2009, cuando tuvo una locura con varios vecinos y yo me empezaba recién a amoldarme a vivir sola en un departamento, en ese momento yo quería emprender una vida, encontrar alguien que me ame y formar una familia dentro de esa casa. Pero cuando papá me llamó para darme una noticia que no solamente iba a impactarme a mí sino a todos mi hermanos es que mi mamá empezó a tener esquizofrenia, yo reaccioné de varias formas; me desesperé, me reía y quería enojarme con todo el mundo, pero nunca lloré ante ello porque sé que desde un principio mi mamá tenía algo que la volvía loca y no sabía qué era, pero cuando papá me lo dijo, ahí supe qué era.

-¿Conviviste dos años con un arbusto? ¿Y qué fue tu vida con él?
-Con este arbusto no pienso mencionar más nada, ni darle la hora. Todo en un principio, desde 2011 era color de rosa, todo bonito, me invitaba a caminar, me regalaba ositos de peluche, cantábamos y teníamos las mejores citas, pero al año siguiente ese romance se tornó todo una odisea. Una vez tuve una noche fea luego de salir al cine con él y me sorprendió con el cabo de un cuchillo, me golpeó toda la cara y los brazos con ese cabo y lo tiró al techo. Pasé por sus intentos de ahorcarme y encima para julio de 2012 me metió la cabeza en una bolsa de plástico para asfixiarme, este tipo era inconciente de sus actos hasta darme cuenta que estaba sumamente drogado. Maldecía cada despertar al ver este tipo y que todos los días me hiciera algo, tuve una vida muy dolorosa. Pasé episodios de violencia y droga con este psicópata. Agradezco a la justicia que lo metió preso por violencia, que no solamente conmigo se comportaba así. Sino con otras mujeres más que pasaban por él. Yo rogaba morirme para no sufrir más la violencia de género.

-¿Cómo fue la reacción de tu familia ante la detención de ese arbusto en septiembre de 2013?
-De maravilla, todos contentos y yo tranquila al no poder invadirme más ni a mi ni a otra mujer. Una vez que quedó detenido, empecé a tener amor con Cactus del Futuro y me invitó a ser su asistente en sus eventos. Llegó el momento de separarme de Nico y me junté con Guisante Plasma, quien me hizo tener la mejor experiencia sexual hasta 2014.

-Tu cambio de vida empezó desde esas plantas...
-Cada uno de mis ex tiene sus buenas partes: Pero Guisantralladora fue quién conocía en un principio a través de un juego, hoy es mi esposo y está en mis manos, gracias a mí él es el papá de mis dos hijos, quienes los pensé y los amo con todo mi ser. Lo que puedo hacer por Facu, Guille y Augus (que va a nacer en febrero) es incomparable a lo que podría hacer una mamá osa por sus pequeños, Guisantralladora está muy pendiente de los niños mientras yo me voy a trabajar, y así viceversa.

-¿Es verdad que no sabés cocinar, además de no saber ser ama de casa?
-Yo no se cocinar porque mi mamá me lo prohibió siempre, en mi casa cuando mis hermanos se animaban a tocar la hornalla, mi mamá los castigaba seis días sin ver tele. Y un día pasa que me animo a hacer un omelette, viene mi mamá (yo creyendo que estaba solita) y me pega por intentar cocinar, derechito nomás tuvo que hacer el omelette mi papá.
Hasta un día en el desayuno mi mamá nos hizo a los cinco un té caliente, me forcejeó a tomarme la taza entera y estaba híper hirviendo, me quemé toda y papá de inmediato me llevó al hospital, falté un día a clases. Me dije: prefiero una visita al hospital que ir a la escuela para salir de esta misma escuela revoleada por mi propia madre.

-La cura de tu mamá.
-La cura fue increíble, sabiendo que la esquizofrenia no se cura, pero hubo poca gente en este país que se ha recuperado, todo en la vida se puede poniéndole huevos a la situación y saber enfrentarse. Mamá hizo eso y salió. Hoy es una mujer mimosa, y me llama a cada rato a mí y a mis hermanitos para saber como estamos. Hasta ella misma me invitó a salir a una cena junto a mis hijos (ya que a mi esposo no lo puede ni ver!). Pero la cura fue a través de pequeñas dosis de una pastilla tranquilizante recetada desde el año 2010 hasta el 2016 respectivamente. Un gran cambio y giro total en mi familia.