"Las nenas están fuertes y me secuestran los frascos de la alacena por sí solas. Esta mañama encontré a Hania con el frasco de galletitas y me pregunté cómo hizo para subirse allá", dijo Claudio sorprendido porque sus hijas alcanzan alturas inimaginables siendo tan pequeñitas. "Anoche vi a Adelia con el paquete de fideos en la mano que teníamos guardado adentro de la alacena, donde es obvio que un niño no alcanzaría. Tenemos que poner llave a las alacenas porque mis hijas son arañitas trepadoras", describió Claudio sobre la acechanza de sus hijas hacia la comida, solo falta que las veamos cocinar.
El guisante de la toxicidad llevó a sus dos hijas a la casa de su hermana Minerva y escarbaron todo: "Husmearon las alacenas y el lavarropa de mi hermana. Me quise morir cuando Hania abrió el lavarropa, puede haber jabón y podrían intoxicarse si ingieren. Pero les salvamos la diversión. Fue muy lindo ver a mi hermana luego de dos meses de distancia", dijo Claudio.
La mejor noticia para el guisantito es que espera su tercer hijo junco con Rucci. "Ya confirmamos sexo y fecha de nacimiento estipulada: es un junquito machito y espero que sea tóxico. No sé por qué, pero quiero que mis descendencias lleven la toxicidad", bromeó Claudio.
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